Las grandes empresas de tecnología como SAP, IBM y Google están subestimando sus emisiones de gases de efecto invernadero en un momento de mayor escrutinio sobre el papel de las corporaciones en impulsar el cambio climático, según un estudio publicado el viernes.
Una investigación publicada en la revista Nature Communications encontró inconsistencias en la forma en que las empresas declaran su huella de carbono, una medida que se considera cada vez más importante para los inversores.
El estudio, realizado por investigadores de la Universidad Técnica de Munich, examinó las llamadas emisiones de alcance 3 que representan una gran parte de las huellas de carbono corporativas, como los viajes de negocios, los desplazamientos de los empleados y cómo se utilizan los productos de las empresas.
Centrándose en 56 empresas de la industria tecnológica, descubrieron que, en promedio, estas no revelaron aproximadamente la mitad de sus emisiones.
Christian Stoll, uno de los autores del informe, dijo que se descubrió que algunas empresas, como la empresa matriz de Google, Alphabet, habían sido consistentes en la forma en que informaron su huella de carbono, pero excluyeron algunas emisiones que deberían haberse contado.
Otros, como IBM, habían informado su huella de carbono de manera diferente según la audiencia y excluyeron las emisiones que deberían haberse incluido.
Ni Google ni IBM respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios.
Los autores sugirieron formas en las que las empresas pueden mejorar sus informes de emisiones.
Laura Draucker, gerente senior de emisiones corporativas de gases de efecto invernadero en la firma de investigación empresarial sin fines de lucro Ceres, dijo que estaba de acuerdo con la conclusión del artículo de Nature de que la divulgación de emisiones de las empresas debe mejorar.
“Sin embargo, no podemos esperar a obtener datos perfectos”, dijo Draucker, que no participó en el estudio. “Las empresas pueden utilizar estimaciones y herramientas de detección para identificar puntos críticos de riesgo climático a lo largo de su cadena de valor, y pueden establecer objetivos y tomar medidas ahora para cumplir esos objetivos, mientras que, al mismo tiempo, trabajan para mejorar la recopilación y la calidad de los datos”.
La propia investigación de Ceres mostró que muchas de las empresas estadounidenses más grandes carecen de objetivos climáticos ambiciosos, agregó.
