La tecnología inalámbrica WiFi, la más popular para usar en el trabajo o en casa, se basa en ondas de radio, al igual que la propia radio, los teléfonos móviles o la televisión. estas redes transmitir información a través del aire utilizando ondas de radio, que por interferencias o baja potencia, no siempre llegan a su destino.
Si él enrutador está encendido pero la señal no se distribuye correctamente en todos los entornos, hay varias soluciones basicas que uno puede poner en práctica para mejorar la conexión.
Las frecuencias utilizadas para esta tecnología de conectividad inalámbrica son diferentes, en concreto 2,4 GHz hasta el estándar 802.11 n y 5 GHz en el 802.11 ac. También está la de 6 GHz, aunque todavía no es tan popular.
Actualmente, aunque los 5 GHz ofrecen un rendimiento superior, se utilizan ambas frecuencias y, además, en equipos de mayor rendimiento. la transferencia de datos en ambas bandas se combina.
controlar el enrutador
El router es el centro neurálgico de la conexión. Foto: Pexels
Al descargar un archivo o solicitar información a través de una red WiFi, es el router el que recibe los datos de Internet a través de la conexión y los convierte posteriormente en ondas de radio.
De esta forma, el dispositivo emite estas ondas y el dispositivo inalámbrico que ha solicitado la descarga de ese archivo o información, las capta y las descodifica. Por este motivo, en caso de avería o pérdida, Lo primero será controlar el router.
Estas ondas que viajan por el aire se pueden bloquear por el susto con otras redes o por otros dispositivos electrónicos como hornos de microondas, refrigeradores, televisores o teléfonos inalámbricos, que causan interferencias.
Pero no son la única barrera. Cuantos más obstáculos haya entre el punto de acceso WiFi y el dispositivo a conectar (muebles, paredes, ventanas, techos y suelos si hablamos de varias plantas), mayores serán las dificultades para lograr un vínculo estable y de calidad.
La intensidad de la señal inalámbrica tiene una relación inversa con la distancia. Es decir, cuanto más lejos tengas el punto de acceso inalámbrico de la habitación a la que quieres dar cobertura.
Ubicar el router en una zona intermedia
Cuando la señal se convierte en un problema. Foto Shutterstock
Por ello, es necesario analizar detenidamente en qué lugar de la vivienda se va a ubicar el dispositivo, para tener la mejor conexión inalámbrica posible y evitar ráfagas de interferencias.
El problema de la manta corta es que, si se coloca en un extremo de la casa, la señal será muy fuerte en ese sector, pero menos en el extremo opuesto.
Como para tener una idea gráfica de la situación, los expertos aconsejan imagina la cobertura como un círculo alrededor del enrutador. Lo que implica que, para conectar dos puntos separados, lo indicado será situarlo en una zona intermedia.
Además, las antenas emiten la señal, hacia los lados izquierdo y derecho, por lo que es importante que siempre esté dispuesta en posición vertical (apuntando al techo) y solo inclinarla cuando el router esté en un piso intermedio dentro de un multi -vivienda familiar. alturas
recurrir al hardware
Los adaptadores devolo transmiten la señal de Internet mediante corriente eléctrica.
Para resolver conflictos de distancia, cuando es necesario cubrir un radio mayor a 80 metros, es necesario recurrir al hardware.
En este punto podemos elegir el uso de dos tecnologías diferentes. Por un lado, puedes usar un repetidor WiFi, que básicamente es un dispositivo que se coloca físicamente entre el enrutador y la PC para extender la señal emitida por el enrutador a una distancia mayor.
El otro son los denominados Power Line Communicators (PLC), un sistema que codifica la señal del router y la distribuye por la instalación eléctrica.
Mientras que PLC aprovecha la conectividad domiciliaria de la red eléctrica sin necesidad de cableado ni modificación de la infraestructura, al mismo tiempo que entrega una velocidad de transferencia uniforme y extiende la cobertura a cualquier toma, Mesh es un repetidor al que le agregan un protocolo para mejorar la experiencia de conexión. .
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