La mayor parte de los robots aspiradora que además friegan son una pérdida de tiempo y dinero de proporciones épicas. Sí, has oído bien. A continuación te voy a explicar por qué digo esto, y por qué el Dreame Bot W10 es una de las pocas y gloriosas excepciones a esa regla.
Nunca he sido especialmente fan de los robots aspiradora, pero reconozco que esa aversión se debía a que los primeros robots eran un desastre. Se atascaban en todas partes, empujaban objetos, se caían por escaleras… también esparcían caca, aunque yo me libré de padecer este “problemilla” porque no tengo perro. Con el tiempo, la tecnología de navegación de estos dispositivos ha mejorado sustancialmente, y un buen día de mediados de 2019 pude superar mi fobia gracias a la extraordinaria Roomba i7+.
Entonces llegaron los robots aspiradora que además de barrer, friegan el suelo. El problema es que en realidad no lo hacen. La mayor parte de estos modelos híbridos se limitan a arrastrar una mopa húmeda por el suelo en una sola dirección. Si alguna vez has fregado con una fregona de verdad probablemente sepas que pasar la fregona gentilmente una vez en una sola dirección no basta. Normalmente hay que insistir con varias pasadas, y hay áreas que requieren que frotes con cierta saña para eliminar la suciedad incrustada. Es por esa razón que la mayor parte de robots aspiradora lo que hacen es mojar el suelo y ya. Son lo que yo llamo robots mojasuelos.
Hay un segundo y un tercer problema de los robots mojasuelos. El segundo problema es que su depósito tiende a ser pequeño y se agota rápido, lo que básicamente obliga a perseguirlos por la casa para echarles más agua. El tercer problema es que la mopa húmeda que llevan pegada abajo se ensucia MUY rápido. Cuando friegas la casa a mano sueles enjuagar la fregona cada cierto tiempo y normalmente el agua del cubo termina gris y llena de porquería. Si la casa está muy sucia no es raro que tengas que cambiar el agua sucia por agua limpia cada cierto tiempo.
Finalmente, y por clavar el último clavo en el ataúd de los robots mojasuelos, está el problema de que, cuando terminan su actividad, simplemente regresan a la base a recargar, pero no secan la mopa con la que han fregado la casa. Si no la retiras manualmente, la lavas bien y la secas, lo que va a pasar es que esa mopa se va a convertir en el hogar de una bonita colonia de bacterias con vistas a tu dormitorio. Esas bacterias se encargarán de que la mopa acabe oliendo horriblemente mal y de esparcir ese aroma a requesón revenido cada vez que vuelvas a “fregar”.
¿Hay esperanza en este espeluznante panorama de limpieza robótica? Sí. Hay un puñado de modelos de muy alta gama que solucionan los problemas arriba citados de manera muy ingeniosa, y el Dreame Bot W10 es uno de ellos. Se trata de un robot aspirador y friegasuelos con dos diferencias cruciales: se autolimpia y se autoabastece.
La idea no es más que una ampliación de otro concepto fantástico, que es el de los robots aspiradores que cuando llegan a la base de carga vacían el contenido de su depósito en un depósito más grande situado sobre la propia base. De esta manera que pueden operar sin supervisión durante semanas. Dreame ya tenía un robot de este tipo, el Dreame Z10 (muy similar, de hecho a la Roomba i7+). Lo que han hecho con el W10 es expandir este concepto a un sistema que usa agua para limpiar.
El Dreame W10 tiene una base de carga absolutamente enorme en comparación con otras. La razón de su tamaño es que esta base alberga dos tanques de agua de cuatro litros cada uno. El de le derecha tiene agua limpia con la que el robot no solo se recarga. Además limpia sus fregonas rotatorias.
Espera, ¿Has dicho fregonas rotatorias? Sí. El W10 no se limita a pasar una toallita húmeda por la casa. En su base tiene dos potentes fregonas montadas sobre ejes que friegan la casa con fuerza. Como debe ser. Cuando el robot se queda sin agua en su depósito, o detecta que sus fregonas están muy sucias, se da la vuelta y regresa a la estación para limpiarlas y recargar. Exactamente lo que haría una persona con dos dedos de frente y una fregona en la mano.
¿Y el agua sucia producto de la limpieza de las fregonas? Pues la base de carga la absorbe y la envía a un segundo tanque que hay que vaciar cada cierto tiempo. Por si esto fuera poco, el W10 seca sus fregonas después de cada uso para mantenerlas perfectamente limpias e higiénicas. El único punto negativo que le encuentro es que no tiene una bolsa en la que vaciar su depósito de barrido, lo que obliga a hacerlo manualmente. Supongo que si además hubieran integrado un depósito de este tipo como el del Z10, el tamaño de la base hubiera sido demasiado intolerable para viviendas pequeñas.
Usando el Dreame W10
De acuerdo, pero ¿cómo funciona todo este tinglado en la práctica? Lo primero es conectar el robot a la wifi de casa mediante la aplicación Xiaomi Home (Dreame no es más que una subsidiaria de Xiaomi pero el fabricante usa la misma app para todos sus dispositivos domésticos). El proceso es tan sencillo como abrir la aplicación y acercarse al W10. El resto es un proceso guiado en el que solo tienes que seleccionar tu red wifi e introducir la contraseña.
Una vez configuras la conexión, el primer paso es cartografiar la casa. En esta fase el robot no limpia. Tan solo recorre sus nuevos dominios. Me ha sorprendido muy gratamente la rapidez y precisión con la que establece un nuevo mapa. El W10 no solo reconoce habitaciones con mucho tino, además reconoce la presencia de alfombras. Esto es importante porque no queremos que se ponga a fregar con agua encima de las alfombras. Una vez detecta que en una zona hay una alfombra el W10 hace dos cosas automáticamente: la primera es activar la succión al máximo (4.000Pa) cuando pasa por encima de ella. La segunda es evitar esa zona en cualquiera de los modos húmedos.
La app de Xiaomi tiene un montón de usos interesantes. Podemos limpiar por habitaciones, por zonas, o delimitar zonas prohibidas. Además podemos configurar si queremos barrer o fregar, la potencia de succión en el modo barrer, y cuánta agua queremos filtrar a las fregonas en el modo de limpieza húmeda.
Para poder activar las opciones de fregar, por cierto, las fregonas inferiores deben estar instaladas. Se ponen y se quitan mediante un comodísimo sistema de anclaje magnético. No son necesarias herramientas ni forcejear lo más mínimo. Aparte de mediante la app, es posible controlar la W10 mediante los botones táctiles en la propia aspiradora y en la parte superior de la base de carga, o mediante comandos de voz con Alexa.
Un detalle de la W10 que también me gusta mucho es que “habla”. En otras palabras, cuando comienza a cargar, o decide volver a la base, o ha sufrido algún atasco alerta a los miembros del hogar mediante una pequeña frase (en inglés) que resulta mucho más informativa que los pitidos que emiten otras. En caso de que no escuchemos la frase siempre podemos comprobar el estado del robot en la app (envía mensajes cuando hay problemas).
El Dreame W10 como aspirador
Una vez definamos qué es lo que queremos que limpie, el W10 inicia su tarea. En nuestra prueba le hemos puesto por delante pequeños recortes de papel sacados del depósito de una perforadora de documentos, pan rallado y arroz, y lo cierto es que la combinación de succión con los rodillos de goma de su vientre se las apaña perfectamente con todos esos materiales sin dejar ni rastro de ellos. El arroz es especialmente difícil porque los cepillos tienden a hacerlo rebotar y esparcirlo en lugar de absorberlo. No deja ni rastro. De hecho, además de recoger todo el material que le puse a su alcance, el W10 se aseguró de avergonzarme limpiando una tonelada de pelusas que no sabía que estaban allí.
En zonas difíciles como debajo del sofá, ver trabajar al W10 es una delicia. No solo ha dejado el suelo bajo el sofá más limpio de lo que ha estado en meses. Además hace un trabajo muy impresionante maniobrando para evitar liarse con los numerosos cables que habitan allí. En general, tengo la sensación de que el Dreame Bot W10 es mucho más eficiente evitando obstáculos que la iRobot Roomba i7+ (que ya era muy buena) o los modelos de Roborock. También es más exhaustivo limpiando cada pequeño rincón y más terco a la hora de terminar su ciclo aunque experimente un error.
En una ocasión, por ejemplo, fue incapaz de reposicionarse tras trabarse por tener demasiados pelos en el cepillo. En lugar de volver a la base, decidió reiniciar la operación de limpieza de esa habitación. Es cierto que se sigue trabando en la alfombra del salón, pero no he conocido robot que no fuera vencido por esa alfombra de lana de pelo largo creada por las mentes criminales de Ikea. Siendo honesto, no puedo reprochárselo.
De todos modos, es sencillo evitar estas zonas extremadamente problemáticas. La app incluye una herramienta que permite establecer paredes virtuales o zonas prohibidas con precisión de centímetros. También podemos configurar estas zonas para que esté prohibido solo fregarlas, o pasar por ellas en cualquier modo.
Una vez terminada la limpieza solo tenemos que abrir la tapa superior para sacar el compartimento de la suciedad y vaciarlo. Este es el único punto negativo que le encuentro a la W10. Un deposito en la base para almacenar la suciedad como el que tiene la Dreame Z10 y hubiera sido perfecto. Es cierto que esto hubiera hecho que la base fuera aún más grande, pero no creo que hubiera supuesto tanta diferencia con la actual. Tanto el depósito como el filtro de la W10 al menos son lavables bajo el grifo, lo que al menos hace que su mantenimiento aún más sencillo.
El Dreame W10 como friegasuelos
Llegamos a la parte en la que el W10 brilla con luz propia. Una vez ha barrido (la aspiradora puede barrer y fregar a la vez a la vez, pero para la prueba decidí mantener las dos tareas por separado). Hay un matiz importante en esto. La W10 no permite usar detergente, ni limpiador, ni desinfectante, ni ningún producto químico porque podría dañar el circuito interno de agua. En ese sentido no se diferencia de ninguna otro robot friegasuelos. Es una pega que afecta a todos los fabricantes y que sospecho que se solucionará cuando descubran el chollo de vender recambios de limpiador específico para este tipo de dispositivos.
El caso es que el modo de fregar suelos de la W10 me ha sorprendido muy gratamente. No moja el suelo, sino que lo limpia a fondo hasta el punto de que parece que lo hubiera fregado yo. Cada poco tiempo, el robot regresa a la base, enjuaga sus fregonas con agua limpia y prosigue con su tarea hasta terminar. La frecuencia con la que hace esto también es configurable, pero me parece prudente mantenerla alta.
El resultado final es un suelo inmaculado, un robot limpio, seco, y listo para volver a trabajar cuando se tercie, y un depósito de agua sucia listo para vaciar en el retrete sin más problemas.