Varias empresas del sector publicaron una carta abierta advirtiendo de los peligros que traen sus avances.
los robots están dejando de ser un meme divertido para convertirse en máquinas tan sofisticadas como peligroso. En este campo, Boston Dynamics, que va años por delante del resto, realizó varias demostraciones de todo lo que pueden hacer sus criaturas mecánicas.
Ante la potencia de estos “bichos” de acero, estamos a un paso de su comercialización masiva y también de integrar el primer ejército exclusivo de robots. Algo que los fabricantes de esta tecnología tratar de evitar a toda costa.
De hecho, el Boston Dynamics Digidog fue usado y guardado por la policía de Nueva York. Mientras que Ghost Robotics desplegó sus robots en diferentes ciudades de Estados Unidos para patrullar y en Rusia se ha presentado un robot con lanzagranadas M-81.
Esta demostración de fuerza llevó a un grupo de cinco empresas de robótica, lideradas por Boston Dynamics, a escribir una carta abierta titulada Los robots de uso general no deben ensamblarse.
A su vez, pidieron al sector que se abstenga de poner armas en sus mecanismos. También se comprometieron a “revisar cuidadosamente las aplicaciones previstas por nuestros clientes” con el objetivo de “evitar la potencial armamentización” de los robots.
Las empresas temen que la militarización de sus robots pueda dañar la “confianza pública en la tecnología”, especialmente en el actual contexto de guerra. En la carta señalan:
“Ahora sentimos una urgencia renovada a la luz de la creciente preocupación pública en los últimos meses causada por un pequeño número de personas que han publicitado visiblemente sus esfuerzos improvisados para convertir en armas a los robots disponibles comercialmente”.
Además, se comprometen claramente a no armar sus robots, ni a apoyar iniciativas o empresas que lo hagan por ellos. “Prometemos que no armaremos nuestros robots de propósito general de movilidad avanzada o el software que desarrollamos que permite la robótica avanzada y no apoyaremos a otros para que lo hagan”.
Los robots, por tanto, sólo deberían ser creados para ser “compañeros de trabajo en la industria y ayudantes en nuestras casas” y cualquier mal uso puede ser determinante y provocar el rechazo de las personas, que pueden empezar a verlos solo como una amenaza y no como una oportunidad para la evolución.
Robots armados, una situación que parece inevitable
La gran mayoría de los intentos de convertir estos robots en armas de destrucción fueron realizados por algunos expertos privados que ofrecen sus servicios a particulares o empresas.
En agosto, el canal de YouTube I Did a Thing publicó un video de alto perfil que muestra cómo adaptó una ametralladora Heckler & Koch MP5 en un Unitree Go1.
Si bien el proyecto se creó como una sátira, para burlarse de la opinión estadounidense de que la solución a los tiroteos masivos es tener más armas en la calle, es un poco alarmante.
Otro caso similar es el del llamado M-81, un perro robot ruso, copia fiel de Spot, capaz de portar y disparar un lanzacohetes. El desarrollo fue realizado por JSC Intellect Machine y también se basó en Go1 de Unitree.
SL