Las redes de telefonía móvil son la clave para que nuestros dispositivos simplifiquen la mayoría de las tareas de la vida cotidiana. Su evolución va desde la primera automatizada a nivel comercial en Japón, en 1979, hasta la incipiente 5G: cada generación tiene algunos estándares, capacidades técnicas y nuevas características que la diferencian de la anterior y acompañan todo un ecosistema tecnológico mucho más amplio.
La disrupción llegó con el 3G, clave para la llegada de los teléfonos inteligentes, gracias a su mayor capacidad para transportar datos. Pero esta red, ahora, está en proceso de ser apagada por las principales compañías de Estados Unidos y Europa.
Justamente, el apagón programado de la red 3G está destinado principalmente a reutilizar el espectro para 4G y 5G, que son estándares más nuevos y eficientes.
Qué implica el apagón 3G
La tecnología de red 3G existe en los Estados Unidos desde hace dos décadas. La primera red 3G del país fue lanzada en 2002, y 4G existe desde 2010. En 2019, los operadores comenzaron a implementar redes 5G lentamente y pronto las grandes empresas lanzaron teléfonos inteligentes 5G.
Ahora deben concentrar sus recursos en construir esas redes más nuevas, mientras ahorran dinero en el mantenimiento de las más antiguas. Esto implica, en pocas palabras, comenzar a apagar la vieja red 3G.
“Para el apagado de 3G hay servicios que deben pasar a 4G, siendo el principal, el VoLTE (llamadas de vídeo y voz por la red 4G). Hay aún un parque grande de dispositivos 4G que no soportan VoLTE. 3G se podrá apagar finalizado el recambio de estos dispositivos y en ese sentido, todo depende de la mencionada dinámica de recambio en cada mercado”, aseguró Fernando Sosa, Head Cono Sur en Nokia, a Clarín.
“La razón por la que a los operadores les gustaría deshacerse de la antigua tecnología heredada es para liberar ese espectro inalámbrico”, explicó Ian Fogg, vicepresidente de análisis de la firma de análisis móvil Opensignal.
Los principales proveedores de servicios de telefonía móvil en Estados Unidos anunciaron que el apagón 3G comenzó en enero de 2022 y se extenderá a lo largo del año: AT&T lo desactivó el 22 de febrero; Sprint prometió hacerlo durante junio; T-Mobile lo hará en el tercer trimestre; y Verizon será el último.
Al otro lado del Atlántico, el 3G tiene también los días contados. Operadores europeos ya están utilizando las frecuencias del 3G para ofrecer conectividad 4G, y el objetivo es sustituir esta red por completo en los próximos años.
Con el cierre de la red 3G, una variedad de productos que requieren actualizaciones para seguir funcionando -incluidos sistemas de alarma para el hogar, dispositivos médicos como detectores de caídas y notificación de accidentes en el automóvil y asistencia en ruta- quedarán inactivos.
Así como muchos operadores de telefonía móvil instaron a los clientes a desprenderse de sus viejos iPhone y teléfonos Android, lectores electrónicos y otros dispositivos portátiles por modelos más nuevos antes del apagón, otras empresas están instando a los clientes a actualizar o reemplazar algunos de los productos y servicios cotidianos en sus hogares y automóviles antes de que pierdan la conectividad.
En ciertos casos hay mucho en juego. Es posible que millones de automóviles, por ejemplo, ya no tengan la capacidad de comunicarse con los servicios de emergencias después de un choque o recibir actualizaciones, como alertas de ubicación o tráfico para los sistemas GPS incorporados.
En cuanto a los celulares, el apagón implica que muchos teléfonos antiguos no podrán realizar ni recibir llamadas telefónicas ni tampoco enviar o recibir mensajes de texto. Dado que habrá cobertura de red, tampoco se podrán usar aplicaciones o visitar sitios web, con excepción, claro, de la navegación vía WiFi.
Ventajas y desventajas de la red 5G vs. 3G y 4G
La red de telefonía móvil de ultra velocidad 5G es por sí sola un habilitador en el que surgirán nuevos servicios, casos de uso y ecosistemas que, en su conjunto, tienen el potencial de crear sociedades digitalizadas.
El estándar fue diseñado para aquellos dispositivos clasificados dentro de la Internet de las Cosas (IoT, según su sigla en inglés), es decir, aquellos inalámbricos que pueden conectarse a internet, proporcionando mejoras significativas en la velocidad, la densidad de conexión y la latencia de las comunicaciones. Estas capacidades preparan el camino para casos de uso totalmente nuevos, desde vehículos autónomos hasta redes eléctricas inteligentes y experiencias de realidad aumentada móvil.
De hecho, 5G está diseñada para conectar máquinas, dispositivos y objetos a la misma vez. Esta red puede transportar mayor cantidad de información a mayor velocidad: está diseñada para un aumento de hasta 100 veces la cantidad de tráfico de datos en relación al 4G.
Asimismo, el 5G promete mayor cantidad de dispositivos conectados con una mejor conexión a una misma red, transmisión de más datos, respuesta más rápida para que la experiencia de utilizar internet móvil sea más personalizada.
En el mundo de la seguridad del hogar, 5G brindaría la capacidad de transmitir video de alta definición o mapeo interactivo con detección de movimiento para que, por ejemplo, una compañía de alarmas pueda ver dónde se activó un dispositivo en un mapa 3D y rastrear cualquier movimiento en el área.
Pero a medida que se utilizan más dispositivos en los hogares, los vehículos, fábricas y almacenes, el impacto medioambiental de la tecnología 5G se intensificará. El uso global de energía se disparará. Y las capacidades mejoradas de cada nueva entrada en el mercado no hará más que aumentar la demanda global de dispositivos electrónicos, agravando aún más el problema.
En tanto, la telefonía móvil de tercera generación –3G– nació alrededor del 2001, pero se fue extendiendo a Latinoamérica en años posteriores. Representó un salto en la telefonía a la era digital; entre los cambios que trajo está la transmisión de datos, videos y voz sin necesidad de cables. También permitió la posibilidad de conectarse a internet a través de un módem USB.
A parte de la posibilidad de enviar archivos multimedias y la conectividad inalámbrica, su velocidad es mucho mayor que la 2G, alcanzando una velocidad de hasta 2 mbps (megabits por segundo).
El 3G abrió la brecha que le daría más importancia a los dispositivos móviles como conocemos en la actualidad. Mientras que la cuarta generación de telefonía móvil o 4G es la que se utiliza en muchos países, es mucho más rápida que la 3G, alcanzando hasta 100 mbps.
Al 4G también se le conoce como LTE, siglas de Long Term Evolution y no solo está presente en smartphones, sino que también es la que permite reproducir contenidos en HD en las Smart TV. Su velocidad de transferencia de datos brinda ventajas como la facilidad de realizar transmisiones en directo desde un celular, tiempos de carga de páginas y descargas en menor tiempo. Aunque no todo el territorio de los países tiene cobertura 4G, los dispositivos que utilicen esta conexión funcionan sin inconvenientes en la mayoría de los casos.
La principal diferencia entre las redes de telefonía es su velocidad de navegación y descarga, más allá de sus protocolos de funcionamiento.
Independientemente de las teorías de conspiración que se popularizaron al comienzo de la pandemia de Covid-19, la conexión 5G representa un gran avance respecto a sus predecesoras.
Su principal característica es su velocidad, la cual puede ser hasta 10 y 20 veces más rápida que la conexión 4G y 4.5G e incluso hasta 100 veces más rápida. Para tomar dimensión de su principal característica, una película de Netflix en resolución 4K de 2 horas tarda 26 horas en descargarse con la tecnología 3G, siete minutos con 4G y solo 10 segundos en 5G.
Su latencia (el tiempo de retardo dentro de una red) que se vuelve vital a la hora de la experiencia con los videojuegos en la nube será casi nula, reduciéndose a 1 milisegundo, cuando el 4G posee una latencia de 200 milisegundos.
Aunque falta mucho para que su uso se estandarice en el mundo, esto permite suponer que beneficiará a las marcas y a las personas, permitiendo crear y consumir contenidos de mejor calidad y en tiempo real generando mejores experiencias.
Por otro lado, 5G demanda un alto nivel de inversión en infraestructura ya que necesita muchas más antenas que las generaciones anteriores. Las señales que viajan por el espectro tienen más dificultades de atravesar superficies duras, paredes y ventanas. Los operadores necesitarán desplegar más antenas cerca de los dispositivos finales.
Su costo también es uno de sus limitantes para países en vía de desarrollo.
Qué pasa en el mundo y la Argentina con el 5G
Las conexiones 5G superarán los 1.000 millones en 2022 y los 2.000 millones en 2025. A finales de 2025, esta novedosa red de telefonía supondrá más de una quinta parte del total de conexiones móviles, y más de dos de cada cinco personas a nivel mundial vivirá al alcance de una red 5G, según The Mobile Economy Report 2022 de la GSMA.
En la actualidad, hay casi 200 redes 5G activas en setenta países, incluidos 68 operadores que brindan servicios de acceso inalámbrico fijo (FWA) 5G y 23 que brindan servicios 5G autónomos (SA). Todo esto respalda la demanda de los consumidores impulsada por una cartera en constante crecimiento de teléfonos inteligentes habilitados para 5G en varios puntos de precio.
Mientras se espera por la llegada y masificación de esta nueva tecnología, la penetración de dispositivos inteligentes compatibles con…