Una compañía aeroespacial privada se está preparando para el último truco con un cohete: tratar de atrapar un cohete en el aire cuando regresa a la Tierra desde el espacio utilizando un gran helicóptero. La misión está programada para despegar dentro de dos semanas a partir del 22 de abril.
Laboratorio de cohetes lanzará su cohete Electron desde la península de Māhia en Nueva Zelanda, con 34 pequeños satélites de operadores comerciales como Alba Orbital, E-Space y Unseenlabs como carga. Pero en su camino de regreso, se espera que el propulsor de cohetes no intente aterrizar, sino que sea atrapado en el aire por un helicóptero, usando un Sikorski S-92 Aduana, una gran embarcación bimotor normalmente utilizada para transportar petróleo y gas o para operaciones de búsqueda y rescate, según Rocket Lab.
¿Cómo atrapas un cohete propulsor en el aire? Aproximadamente 2 minutos después del despegue, la primera etapa de Electron, o su motor, se separará de la segunda etapa, que llevará la carga útil al espacio. La primera etapa comenzará a caer hacia la Tierra a una velocidad aproximada de 8.000 kilómetros por hora, alcanzando temperaturas de 2.400 grados centígrados.
El propulsor de Electron luego desplegará un paracaídas a una altitud de 13,5 kilómetros y un segundo paracaídas a 6 kilómetros para reducir drásticamente su velocidad a 35 kilómetros por hora. Mientras tanto, el helicóptero estará esperando en posición, listo para atrapar la línea del paracaídas con un gancho.
Sin embargo, este truco no se trata solo de lucirse. La recuperación del propulsor de cohetes tiene como objetivo facilitar su uso para futuros lanzamientos, y atrapar el propulsor en el aire evitará que el hardware se dañe por el agua y caiga al océano.
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Rocket Lab ha recuperado previamente tres propulsores de cohetes del océano, y esos intentos ayudaron a informar el diseño del cohete Electron para que pueda resistir las duras condiciones de reingreso a la atmósfera de la Tierra. La compañía también ha realizado múltiples recuperaciones exitosas en el aire con réplicas del propulsor Electron.
“Tratar de atrapar un cohete cuando vuelve a caer a la Tierra no es una tarea fácil, estamos haciendo algo muy complicado”, dijo Peter Beck, fundador y CEO de Rocket Lab, en un comunicado. “Pero traspasar los límites con operaciones tan complejas está en nuestro ADN”.
Él cohete halcón 9 de SpaceX es el único otro gran cohete con un propulsor reutilizable. Ese cohete está diseñado para poder volar 10 veces y tiene una secuencia de aterrizaje automatizada que permite que el propulsor del cohete aterrice en la Tierra en una plataforma en alta mar o en una plataforma de aterrizaje en tierra.
Rocket Lab quiere ser la segunda compañía en usar una etapa de refuerzo reutilizable, aunque el cohete Electron es mucho más pequeño que el Falcon 9, con una altura de aproximadamente 60 pies, mientras que el Falcon 9 se cierne sobre él a 200 pies. .