El CEO de Activision-Blizzard, Bobby Kotick, se irá con un cheque de $390 millones como resultado de la adquisición de su compañía de juegos por parte de Microsoft, solo dos meses después de que los empleados exigieran su despido por la supuesta cultura de conducta sexual inapropiada de la empresa.
Kotick, de 58 años, quien se espera que deje Activision-Blizzard después de que se complete el acuerdo el próximo año, acordó el martes vender su compañía a Microsoft en un acuerdo en efectivo valorado en $ 75 mil millones.
La gran mayoría de su pago de $390 millones provendrá de los 3,95 millones de acciones que posee, según documentos de valores.
Dado que Kotick no posee acciones no adquiridas, no tendrá derecho a un pago por cambio de control.
Se dice que Kotick tiene un valor estimado de $ 870 millones, según Forbes.
La adquisición por parte del gigante del software del estudio de juegos con sede en Santa Mónica que ha producido éxitos como Candy Crush, Call of Duty y Guitar Hero la convertirá en la tercera compañía más grande en el espacio de juegos en línea detrás de Tencent y Sony.
El anuncio oficial de Microsoft de la adquisición, la más grande en la historia del gigante tecnológico, no mencionó a Kotick.
Kotick, quien ha estado al frente de Activision-Blizzard desde 1991 después de liderar a un grupo de inversionistas en la compra de la compañía, permanecerá durante la transición.
Una vez que se cierre el acuerdo en 2023, “el negocio de Activision-Blizzard informará al jefe de juegos de Microsoft, Phil Spencer”, dijo un portavoz de Microsoft a The Wall Street Journal.
Kotick le dijo al Journal el martes que “siempre estará disponible para garantizar que tengamos la mejor integración”. Se negó a comentar sobre su estado futuro.
El acuerdo de Microsoft pone fin a un período tumultuoso para Activision-Blizzard. En los últimos meses, la empresa ha sido objeto de escrutinio por su supuesto mal manejo de las denuncias relacionadas con casos denunciados de acoso sexual y discriminación.
En julio del año pasado, la compañía fue demandada por el Departamento de Vivienda y Empleo Justo de California después de que una investigación de dos años encontró presuntos casos de acoso, discriminación y una cultura laboral tóxica.
La investigación acusó a la empresa de tolerar una cultura de “hermano de fraternidad” que incluía bromas sobre violaciones, comentarios groseros y manoseos. Una empleada de la que se decía que había sido víctima de abusos se suicidó.
Kotick admitió el verano pasado que la compañía estaba “sorda” en su respuesta a la demanda de California.
En noviembre, decenas de sus empleados organizaron una huelga exigiendo que la junta destituyera a Kotick después de que se supo que el director ejecutivo conocía la cultura de oficina de la empresa durante años.
En 2006, se alega que Kotick acosó a una de sus asistentes antes de amenazarla con matarla. Un portavoz de la compañía dijo que Kotick “se disculpó rápidamente” por lo que se describió como un “mensaje de voz obviamente hiperbólico e inapropiado”.
