Si alguna vez notó que su perro parecía confundido cuando una persona hablaba un idioma diferente al suyo, probablemente tenía razón, o casi tenía razón. Un nuevo estudio revela que el cerebro del mejor amigo del hombre tiene la capacidad de diferenciar entre idiomas.
El trabajo, publicado en la revista NeuroImage, Es histórico, ya que es la primera vez que se detecta una habilidad similar en cualquier animal no humano. Para hacer esto, los investigadores entrenaron a 18 perros para que fueran inmovilizados dentro de un escáner de imágenes de resonancia magnética funcional (FMRI) para que su actividad cerebral pudiera registrarse mientras escuchaban grabaciones de audio de discursos humanos.
DLa mayoría de los perros involucrados en el estudio provenían de hogares que hablaban exclusivamente español, mientras que los 16 restantes pertenecían a familias de habla húngara.
Luego, en el escáner, cada perro escuchó un extracto de El Principito en español y húngaro. También escucharon versiones mixtas de estas grabaciones que no tenían sentido y sonaban poco naturales.
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Resultados? Los investigadores notaron que los patrones de actividad dentro de la corteza auditiva primaria de los animales diferían dependiendo de si escucharon el habla real o las versiones mixtas. Esto sugiere que los perros pudieron distinguir entre un idioma conocido y un idioma desconocido, independientemente del idioma hablado. Según el autor del estudio, Raúl Hernández-Pérez:
Es más probable que esta observación refleje la capacidad de los perros para detectar la naturalidad del sonido en lugar de la capacidad para identificar el habla humana per se.
Luego, después del hallazgo, los investigadores compararon los patrones de actividad dentro de los cerebros de los perros cuando escucharon las grabaciones en su idioma materno versus un idioma extranjero. Curiosamente, estos patrones de lenguaje específicos se ubicaron dentro de una región diferente, conocida como corteza auditiva secundaria. Según el estudio:
Esto indica que las regiones corticales separadas apoyan la detección de la naturalidad del habla y la representación del lenguaje en el cerebro del perro. También encontramos que esta respuesta neuronal al lenguaje era más pronunciada en perros mayores, lo que nos llevó a concluir que una mayor exposición al habla humana permite a los animales refinar sus habilidades de reconocimiento del lenguaje.
También encontraron que estos patrones de actividad eran más fuertes en los perros de cabeza más larga, lo que sugiere diferencias entre las razas cuando se trata de procesar el habla humana.
Los autores señalan que los hallazgos podrían indicar que el cerebro ha cambiado desde las decenas de miles de años que los perros han estado viviendo con los humanos, el tiempo suficiente para convertirse en mejores oyentes del lenguaje. [NeuroImage vía ScienceAlert]