Australia tiene la misión de convertirse en una nación más eficiente energéticamente.
La Agencia Australiana de Energías Renovables anunció recientemente una iniciativa de 100 millones de dólares para explorar y ampliar las capacidades de energía solar. Otras inversiones en almacenamiento de energía, bombeo hidroeléctrico y redes bajas en carbono pueden resultar igualmente significativas.
Sin embargo, la nación también debe abordar un desafío subyacente: la integración de bases sólidas de TI y software dentro de los entornos de OT que ejecutan las redes. Sin ellos, Australia podría tener dificultades para realizar plenamente sus ambiciones de energía renovable.
La convergencia de OT y TI
OT se refiere al hardware y software que detecta o provoca cambios mediante el monitoreo y control directo de dispositivos físicos, procesos y eventos en la empresa. La TI implica el uso de sistemas, especialmente computadoras y telecomunicaciones, para almacenar, recuperar y enviar información.
Tradicionalmente, estas dos formas de tecnología se han mantenido bastante distintas y gestionadas de forma independiente. Sin embargo, la integración de OT y TI es esencial para la modernización de las redes energéticas.
Como señala IBM, hay cuatro áreas donde esta integración debe ser efectiva:
- Medidores inteligentes: Los medidores inteligentes miden el consumo de energía en tiempo real al final del consumidor, proporcionando información detallada sobre los patrones de consumo tanto al consumidor como al proveedor de energía.
- Sensores y dispositivos de automatización: Estos se instalan en toda la red para monitorear el voltaje, la corriente y la capacidad de carga, entre otras métricas. Pueden ajustar automáticamente los parámetros para evitar sobrecargas y apagones prolongados a gran escala.
- Redes de comunicación: Las redes de comunicación, columna vertebral de cualquier red inteligente, facilitan la transmisión de datos entre varios componentes, incluidos sensores, dispositivos automatizados y centros de control. Los sistemas de transmisión pueden ser cableados o inalámbricos y utilizar una variedad de protocolos y tecnologías de comunicación, como Wi-Fi, Z-Wave, Zigbee y 4G/5G.
- Software y análisis: Las redes inteligentes generan enormes cantidades de datos. Para gestionar, analizar e interpretar estos datos, las empresas de servicios públicos dependen de software y herramientas de análisis avanzados. Este software (y la información que proporciona) puede ayudar a los proveedores a predecir patrones de demanda, identificar problemas potenciales y optimizar la red de distribución.
El papel de la IA en la gestión energética
La IA también está desempeñando un papel cada vez más importante en los esfuerzos de sostenibilidad, y algunos gigantes tecnológicos como Microsoft, Google e IBM aprovechan la IA para reducir los daños climáticos.
Estas tecnologías, como el aprendizaje automático y el análisis de datos, permiten que la red inteligente prediga la demanda de energía, optimice la distribución de energía e incluso prevea posibles fallas antes de que ocurran.
Los sistemas de gestión de energía impulsados por IA también pueden analizar grandes cantidades de datos de diversas fuentes, incluidos pronósticos meteorológicos, patrones de consumo de energía y métricas de rendimiento de la red. Este análisis puede ayudar a construir sistemas que automaticen la producción y distribución de energía, asegurando que el suministro satisfaga la demanda de manera eficiente.
Ciberseguridad: una amenaza creciente para los esfuerzos en materia de energías renovables
Australia corre un alto riesgo de sufrir amenazas cibernéticas a través de la tecnología OT, lo que afecta las ambiciones renovables de la nación. Dado que el 82% de las organizaciones sufren ciberataques a través de sistemas OT, existe un riesgo creciente de que se introduzcan en la red energética de Australia a medida que se digitaliza.
La nación también depende cada vez más de un enfoque energético altamente descentralizado, lo que significa que la superficie de ataque es mucho mayor. Por ejemplo, la energía solar en los tejados (paneles solares en hogares y empresas individuales que luego se conectan a la red a través de dispositivos IoT, software y tecnologías digitales) es un factor que contribuye a que el 40% de la energía de Australia ahora sea suministrada por fuentes renovables.
La creciente integración de fuentes de energía renovables, como la solar y la eólica, en la red energética de Australia la ha convertido en un objetivo principal para los ciberdelincuentes. La adopción de dispositivos inteligentes y tecnologías de IoT en el sector energético ha ampliado la superficie de ataque, facilitando que los piratas informáticos se infiltren e interrumpan las operaciones.
La necesidad de escalar la inversión en ciberseguridad
Para que Australia aproveche con éxito la energía renovable, debe establecer bases sólidas de TI.
El Marco de Seguridad Cibernética del Sector Energético de Australia es un buen paso regulatorio, que aprovecha marcos exitosos, como el Modelo de Maduración de Capacidad de Ciberseguridad del Subsector de Electricidad del Departamento de Energía de EE. UU., y lo armoniza con referencias de control específicas de Australia, como el ACSC Essential 8.
Sin embargo, también es importante que el canal de TI (incluidos los profesionales y proveedores de servicios de TI) y los profesionales de TI aporten las habilidades y conocimientos para gestionar y proteger los sistemas energéticos integrados. Esto incluye comprender los desafíos únicos de los entornos OT y cómo aplicar soluciones de TI de manera efectiva.
Esta estrategia puede permitir a Australia apuntar a una transición a las energías renovables que no solo sea exitosa sino que también sea segura contra un número creciente de ataques cibernéticos.