SpaceX de Elon Musk se vio obligado a abortar el lanzamiento de un cohete planeado este fin de semana después de que un crucero navegara demasiado cerca de la misión.
Menos de un minuto antes de que el cohete SpaceX Falcon 9 despegara de la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral en Florida el domingo, un operador anunció que se detendría debido a un “barco en el área de peligro”.
“Tuvimos un crucero que se dirigía hacia la zona de ‘prohibición’ que la Guardia Costera no pudo despejar”, dijo el gerente de producción de SpaceX, Jessie Anderson, durante una transmisión en vivo.
“Como mencionamos, tenemos una oportunidad de respaldo mañana, así que lo intentaremos una vez más mañana. El vehículo todavía está en buen estado, la carga útil está en buen estado, todo se veía bien para un despegue a tiempo hoy, aparte del alcance”, agregó.
El lanzamiento del cohete, que enviará un satélite de observación de la Tierra a la Agencia Espacial Italiana, ya había sido cancelado tres veces debido a las inclemencias del tiempo.
SpaceX dijo que se está “preparando para la próxima oportunidad mañana, 31 de enero a las 6:11 p. m. EST”.
Un portavoz de Puerto Cañaveral dijo que la Guardia Costera está investigando el incidente, informó Florida Today. Dos cruceros de Royal Caribbean estaban programados para salir del puerto el domingo, pero no está claro si alguno de los barcos fue el que ingresó a la zona de “no-go”.
El retraso ocurrió cerca del comienzo de lo que se espera sea un año ajetreado para SpaceX. La firma de Musk tiene programado lanzar 52 misiones en 2022, la mayor cantidad desde que se fundó la compañía en 2002.
El aumento de la actividad de SpaceX ha atraído el escrutinio de los funcionarios internacionales.
El director general de la Agencia Espacial Europea, Josef Aschbacher, acusó a Musk de “establecer las reglas” en el espacio a través de su rápida acumulación de satélites activos, mientras que los funcionarios chinos presentaron una queja formal ante las Naciones Unidas, alegando que la estación espacial de China tuvo que tomar medidas evasivas para evitar una casi colisión con un satélite SpaceX.