Que las aplicaciones móviles se cierren solas y sin motivo aparente, es una complicación cada vez más frecuente. En la mayoría de los casos, no está muy claro por qué sucede esto y que se puede hacer para evitarlo. A pesar de la falta de un diagnóstico preciso, se pueden intentar algunas soluciones para poner fin a este conflicto.
Las razones por las que las aplicaciones móviles se cierran solas pueden ser muy variadas. Lo más habitual es que el propio sistema de gestión de memoria RAM de Android se encargue de cerrar aplicaciones en segundo plano para liberar memoria y dejar espacio para poder ejecutar otras nuevas.
Y aunque no hay una conclusión mágica ya que al haber tantos terminales con diferente configuración y rendimiento es imposible llegar a una única regla que los incluya a todos, lo que sí es factible son algunos métodos que podrían ayudar a evitar que este cierre repentino se multiplique.
El primer lugar al que acudir en Android es WebView, es un componente importante que siempre debe mantenerse actualizado, tanto por razones de seguridad como para garantizar que las aplicaciones que lo utilizan funcionen sin problemas.
Android System Webview’ permite que todo el ecosistema de aplicaciones muestre contenido sin tener que usar un navegador.
Este visor de páginas web es un módulo de Google Chrome que permite todo el ecosistema de apps muestra contenido sin tener que usar un navegador. Es una parte clave del sistema Android y cualquier error en la vista web provoca el bloqueo de la aplicación que la usa.
Si el problema ocurre luego de una actualización de Webview, es recomendable volver a la versión anterior, donde todo funcionaba sin problemas. Para ello, dentro de Aplicaciones, tendrás que ubicar ‘Android System Webview’ y eliminar la actualización más reciente.
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Pero no es lo único que puede salir mal. Hay otros motivos como fallos de compatibilidad entre la aplicación y la versión del SO, sistemas de gestión de memoria demasiado agresivos -como los que incluyen algunas capas de personalización de los fabricantes de móviles chinos- o errores en el funcionamiento de la propia aplicación que se cierra.
Otra causa puede ser que la aplicación tenga un error en su programación. Tanto las apps como el sistema operativo necesitan corregir sus fallos acumulados instalando una versión limpia. Si ignora la actualización del software, corre el riesgo de repetir los errores.
La acción anterior trae consigo otro dilema. Ya que todas las aplicaciones acumulan datos (configuraciones, información del usuario o mejoras de la interfaz) que, con el tiempo, pueden corromper su funcionamiento.
Si la aplicación no se puede eliminar, Clear Data será suficiente para devolverla a su punto de partida.
En caso de que se puedan borrar con un clic, como Twitter o Instagram, será necesario hacerlo y reinstalarlos. En las aplicaciones del sistema, como Google Play Store, Gmail o Google Maps, que no se pueden eliminar, Solo borra los datos que es similar a volver al estado inicial de la aplicación.
Si el error persiste, algo en lo que rara vez fallas es en intentar un reinicio. Si los problemas continúan, habrá que recurrir a una cirugía mayor y recurrir a una restauración de los valores de fábrica. Eso elimina todo rastro -junto con la información acumulada- del teléfono y lo deja como recién sacado de la caja.