James Howells es un inversor que lleva años intentando obtener un permiso para revisar residuos.
Hace nueve años, un ingeniero de sistemas dejó caer sin darse cuenta un disco duro que extrajo algunos 7.500 millones de bitcoins. El dispositivo terminó en un vertedero cerca de Newport, en el Reino Unido. Desde entonces, su dueño busca la manera de recuperar su joya electrónica.
Desde entonces, James Howells lleva años intentando conseguir un permiso para rebuscar entre los residuos, pero no ha conseguido la preciada autorización, a pesar de que muchos señalan que la cartera hubiera quedado inservible.
La cuestión es que sacar las toneladas de basura costaría millones de dólares y además crearía un riesgo de contaminación, por lo que el ayuntamiento de Newport, ubicado en el sur de Gales, se le negó sistemáticamente.
Sin embargo, Howells no se da por vencido y recientemente delineó un plan ambicioso para alcanzar el objetivo de recuperación.
Ahora, como parte de su equipo, el informático de 36 años está decidido a utilizar una combinación de clasificadores humanos, perros robot y una maquina impulsado por inteligencia artificial entrenada para buscar discos duros en una cinta transportadora.
La cartera electrónica de James Howells está valorada en aproximadamente $ 178 millonespor esa cantidad se entiende la desesperación de este hombre por recuperar una asombrosa fortuna.
Su historia se remonta a 2013, cuando empezó a acumular miles de bitcoins sin que estos tuvieran el valor que tienen hoy.
un plan ambicioso
Howells, que ahora vive de la compra y venta de criptomonedas, ha elaborado un plan de negocios que costaría $11 millones y duraría tres años.
Consiste en contratar a un equipo de profesionales que se encargarían de extraer la basura del área del vertedero donde se encuentra el disco duro, según datos de Howells.
También incluye la compra de dos perros robot, el conocido Boston Dynamics Spot, para alertar de intrusos en la zona y examinar el terreno.
Incluso los ha nombrado: Satoshi (en honor a Satoshi Nakamoto, creador de Bitcoin) y Hal (en honor a Hal Finney, la primera persona en recibir una transacción en Bitcoins).
La basura extraída por el equipo sería luego procesada por una inteligencia artificial en instalaciones construidas para ello.
Los inversores Hanspeter Jaberg y Karl Wendeborn acordaron financiar parte del elaborado plan de Howells, confirmó en una entrevista con What Next.
El mayor problema será con las autoridades locales, que probablemente le negarán nuevamente el acceso al basurero para escarbar entre las miles de toneladas de basura.
El gobierno de Newport no ha accedido a ninguno de los planes de Howells, quien ha accedido a donar hasta el 25% del valor de su monedero electrónico al ayuntamiento.
Según las autoridades, el plan de Howells presenta un riesgo ambiental, ya que la excavación podría liberar materiales tóxicos.
La enorme cantidad de metano que se liberaría como consecuencia del plan es también uno de los puntos negativos que complica la ejecución del proyecto. No obstante, Howells confía en la infalibilidad de su elaborado nuevo plan de negocios.
