Sin duda, estos últimos años nos han hecho degustar que seria vivir el final de el hora. Afortunadamente, 2022 parece haber tenido un comienzo más. prometedor: Turkmenistán planea cerrar el gigantesco cráter conocido como el “puerta del infierno”, presumiblemente para evitar la los jinetes del apocalipsis salen este año.
El presidente del país, Gurbanguly Berdymukhamedov, dijo en la televisión que las autoridades renovarán sus esfuerzos para intentar apaga el gigante fuego que ha estado ardiendo durante décadas en el desierto de Karakum, como informa AFP. esta esquina ttan aterrador como fascinante se ha convertido en los últimos años en una de las atracciones turísticas más populares de Turkmenistán.
Berdymukhamedov preguntó a su funcionarios que “encontrar una solución para extinguir el fuego”, ya que el famoso Pozo del Infierno tiene un costo ambiental y alto económico. El cráter, que tiene acerca de 70 metros ancho y por lo menos 20 metros profundo, parece un portal a otro mundo, y “Afecta negativamente tanto al medio ambiente como a la salud de las personas que viven cerca,” dijo el presidente..
“Estamos perdiendo valiosos recursos naturales de los que podríamos obtener importantes ganancias y utilizarlos en mejorar el bienestar de nuestra gente”, explicó a AFP.
Esta no es la primera vez que Berdymukhamedov intenta algo similar.. En 2010 pidió a los expertos para extinguir el fuego, pero sus esfuerzos no tuvieron éxito.
Comúnmente conocido como el “puerta del infierno”, el pozo de gas de Darvaza ha estado ardiendo en Asia Central desde 1971. Los detalles sobre el origen del cráter siguen siendo un misterio, pero el explicacion mas extensa es que debe a un accidente de perforación soviético, durante el cual tierra cedió bajo la plataforma después de tropezar una cueva de gasolina La historia cuenta que los científicos soviéticos, habiendo subestimado la cantidad de combustible que había bajo sus pies, prenden fuego al sumidero para quemar los gases nocivos que emergen y así evitar deja que esos se extiendan humos peligrosos. Los científicos ellos esperaban apagarse en cuestión de semanas, pero más de 50 años después, el fuego aún allí.