A nivel global, el rol de la mujer en el área tecnológica sigue siendo bajo, lo que representa un problema económico y social de largo plazo del que Argentina no está exenta.
El mayor inconveniente es que no hay un número suficiente de mujeres vinculadas a la tecnología para cubrir la caída. Mayor demanda de profesionales del sector.
Se calcula que solo 3 de cada 10 mujeres en el mundo estudian carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas). Esta cifra desciende al 8% en los grados de Ingeniería y al 3% en los relacionados con las tecnologías de la información.
Uno de los principales obstáculos por los que las mujeres no eligen estudios relacionados con la programación o la informática son los estereotipos de género.
El desafío es lograr un equilibrio entre hombres y mujeres. Foto: Juan M. Foglia
Las mujeres jóvenes enfrentan barreras para orientarse a las disciplinas STEM desde una edad temprana, ya que existen estereotipos de género que afectan su confianza e interés por el campo científico y tecnológico y que llevan a que pocos lo elijan a la hora de estudiar una carrera universitaria o de acceder a un puesto de trabajo.
Según el estudio Mujeres en la era digital, incorporar a más mujeres en trabajos digitales tendría un beneficio para la economía de hasta 16 billones de euros al año para el PIB total de la UE.
A esto se suma la consecuente baja visibilidad que tienen las mujeres que trabajan en estos campos, refuerza los prejuicios de género sobre lo que las mujeres pueden y no pueden hacer, y retroalimenta un círculo vicioso.
A su vez, la escasa presencia de mujeres en el campo de la ciencia y la tecnología proporciona menos modelos a seguir para las niñas y jóvenes, lo que de alguna manera reduce las posibilidades de desmantelar los obstáculos en las trayectorias de quienes estudian y trabajan en ese campo. campo.
Techo de cristal
La llamada techo de cristal, eso es el Barreras invisibles que ocurren en las organizaciones. y que dificultan e incluso en algunos casos impiden que las mujeres que así lo deseen lleguen a puestos directivos o de mayor responsabilidad.
Lo cual, traducido en números, indica que el porcentaje de hombres que ocupan puestos de primer nivel es el 93% frente al 7% de las mujeres, según cifras de la última edición de la Encuesta de Remuneración Total de la consultora Mercer.
Hay pocas mujeres en carreras tecnológicas. Foto EFE
De fondo, también se habla del “suelo pegajoso“: La barrera que deriva del cansancio que experimentan muchas mujeres por el hecho de que están haciendo, entre semana, un doble turno, el de su entorno laboral y el de su entorno doméstico.
El campo STEM sigue siendo percibido como eminentemente masculino. De hecho, como señala el Libro Blanco sobre el desarrollo español de los videojuegos, las tecnologías se definen social y culturalmente como masculinas y las competencias tecnológicas se entienden como competencias del género masculino.
Uno de los casos más evidentes de discriminación por Inteligencia Artificial ocurrió con Amazon hace unos años, cuando tuvo que retirar un software de reclutamiento de trabajadores por discriminar a las mujeres de sus ofertas en puestos técnicos.
La razón de este comportamiento fue simplemente porque el sistema de inteligencia artificial aprendió de los perfiles de los solicitantes de empleo en los últimos años, que eran predominantemente masculinos. Por ello, es fundamental contar con una base de datos actualizada, representativa de todos los perfiles y que no sea sesgada, ya que alimentará y aprenderá IA.
Con información de La Vanguardia.
SL