La compañía debe más de $130,000, según documentos judiciales presentados en un tribunal estatal.
La llegada de Elon Musk a la junta directiva de Twitter sumó otro escándalo. Tras reducir considerablemente el número de empleados y no poder estabilizar la situación general de la empresa, el magnate se enfrenta ahora a un nuevo revés: una demanda por impago del alquiler de sus oficinas.
El consejero delegado de Tesla y Space X, que hace dos semanas dejó de ser el hombre más rico del mundo, intenta por todas partes recortar costes en un intento por salir de una situación económica agobiante. El dueño de Tesla, que compró Twitter por 44.000 millones, acumula pleitos por no pagar las facturas del alquiler de muchas de sus oficinas en todo el mundo, incluida la sede de San Francisco.
No es la primera vez que el nuevo director general se niega a sufragar los gastos de la empresa; Musk también tendrá que enfrentarse a un demanda presentada por Private Jet Services Group luego de negarse a pagar $197,725 por vuelos privados para algunos de los ejecutivos.
Twitter debe un total de $ 136,260 en alquiler por un mes para la gran oficina de San Francisco, como se describe en los documentos judiciales presentados ante el Tribunal Estatal. La empresa trabaja en el piso 30 del Hartford Building, un edificio ubicado en el distrito financiero de la ciudad montañosa del estado de California.
Desde que el multimillonario compró la red social el pasado mes de octubre tras meses de pleitos y enfrentamientos con la antigua junta directiva, la organización de la empresa no ha parado de dar tumbos. Incluso las excéntricas decisiones del magnate dejaron a Twitter en la cuerda floja, llegando incluso a hablar de su posible cierre definitivo.
Hace solo unos días, el sudafricano tuiteó que renunciaría como director ejecutivo de Twitter “tan pronto como encuentre a alguien lo suficientemente tonto como para tomar el relevo”. Esto sucedió poco después de que el magnate realizara una encuesta en su perfil de la red social en la que los usuarios votaron por su renuncia: el 58,7% votó a favor de su renuncia.
Tesla, en apuros: entre las peores empresas de 2022
Por otro lado, la compañía de vehículos eléctricos liderada por Elon Musk, Tesla, también tuvo un 2022 para olvidar. El último viernes del año la catalogó como la peor gran empresa del S&P 500, ya que la empresa perdió más de 700.000 millones de dólares en la valoración de mercado.
Las acciones de Tesla cayeron un 65,85% desde el 31 de diciembre del año pasado hasta el cierre de este jueves, convirtiendo a la compañía en una el peor ejecutante entre las principales empresas del S&P 500, seguida de cerca por la matriz de Facebook, Meta, con una caída del 65,07 % durante el mismo período.
El colapso de Tesla es un cambio sorprendente con respecto al año pasado.
Las acciones alcanzaron un máximo histórico en noviembre de 2021, cuando la empresa obtuvo ganancias y aumentó la producción. Ahora bien, el desplome provocó pérdidas del 70% desde que alcanzó ese pico.
Con información de La Vanguardia.
SL
