Tras algunos contratiempos de carácter mecánico y meteorológico -que obligaron a posponer el lanzamiento en cuatro ocasiones-, la misión Artemis I de la NASA está prevista para este miércoles a las 3 de la mañana hora argentina.
La luz verde se confirmó después de que las inspecciones del día no revelaran daños estructurales, tras el paso del huracán Nicole por Florida. El despegue está previsto para este miércoles a la 1:40 (00:40 GMT) con una ventana de lanzamiento de dos horas.
Siete horas antes de la hora estipulada se llenará el depósito de combustible del Space Launch System (SLS), el monumental cohete encargado de poner en marcha la misión.
Diez horas antes de la hora prevista, los canales de la NASA comenzaron a emitir contenidos relacionados con la operación, incluyendo alguna noticia sobre el estado y evolución de la misión.
Altas expectativas para Artemisa
Artemis partirá del Complejo de Lanzamiento 39B en el Centro Espacial Kennedy en Florida, Estados Unidos, con una inclinación de 28,5 grados hacia el Ecuador.
A las expectativas por el inminente regreso del hombre a la Luna se suma el auspicioso debut de la nave espacial Orión “montada en el cohete SLS, considerado el más poderoso del mundo”, subraya la NASA.
Además, irá más lejos de lo que “cualquier nave espacial construida por el hombre jamás haya volado”, viajando a 450.000 kilómetros de la Tierra y 64.000 kilómetros más allá de la cara oculta de la Luna.
En un momento en que la continuidad de la Estación Espacial Internacional (ISS) está en entredicho, la agencia espacial busca ampliar los horizontes de sus misiones para basarse en nuestro satélite natural.
Las tres partes de Artemisa
Anunciado como una prueba de vuelo sin tripulación, Artemis I será la primera de una serie de misiones “cada vez más complejas” para desarrollar una presencia humana a largo plazo en la Luna. durante las próximas décadas.
Los objetivos descritos por la NASA para esta primera etapa están destinados a “demostrar la capacidad de los sistemas Orion en un entorno de vuelo espacial y garantizar un reingreso, descenso, amerizaje y recuperación seguros”.
Por ello, en esta primera salida no viajarán astronautas, sino dos maniquíes equipados con 5.600 sensores, que medirán la cantidad de radiación a la que podrían estar expuestos los astronautas.
La primera etapa de la misión dura tres semanas y su reingreso está programado para el 11 de diciembre. Su objetivo es utilizar la atracción gravitacional del satélite para impulsarse a una órbita retrógrada distante alrededor de la Luna, viajando aproximadamente 2,1 millones de kilómetros.
Orión llegará con una velocidad de aproximadamente 40 mil kilómetros por hora. La atmósfera terrestre amortiguará esta aceleración hasta 480 kilómetros, produciendo temperaturas de unos 2.800 grados.
Si el cohete y la cápsula pasan la prueba, la misión Artemis 2 viajará con astronautas a la órbita lunar en 2024. Los dos primeros astronautas en pisar la superficie lunar, entre ellos una mujer, formarán parte de la misión Artemis 3, cuyo inicio la fecha está marcada en el almanaque para 2025.
¿Cómo será el lanzamiento?
Una vez completado el lanzamiento, los propulsores se separarán y la etapa central del sistema de lanzamiento se separará de la nave espacial, dejando a Orion conectado a una etapa de propulsión criogénica provisional (ICPS) que la impulsará hacia la Luna.
Esta es una maniobra conocida como “inyección translunar” en la que se apunta con precisión a un punto alrededor de la luna para guiar a Orión lo suficientemente cerca como para ser capturado por la gravedad lunar.
Dos horas después de la salida, Orión se separará de esta etapa para continuar su camino hacia la Luna propulsado por un módulo de la Agencia Espacial Europea (ESA) que corregirá el rumbo si es necesario en el camino.
Los múltiples retrasos
El lanzamiento inicial de Artemis 1 estaba programado para fines de agosto, pero los problemas de combustible provocaron el primer retraso.
La llegada del huracán Ian produjo más retrasos, ya que la NASA movió la pila SLS Artemis 1 de la plataforma de lanzamiento 39B en el Centro Espacial Kennedy (KSC) a un lugar seguro en el enorme edificio de ensamblaje de vehículos (VAB).
Después de regresar a la plataforma el 4 de noviembre, el SLS tuvo que capear el huracán Nicole, que sometió al vehículo a fuertes vientos mientras se debilitaba hasta convertirse en tormenta tropical poco después de tocar tierra.
La razón por la que hubo períodos tan largos entre los intentos de lanzamiento se debe a la rotación de la Tierra y la posición de la Luna.
Despegar un cohete bajo ciertas circunstancias requiere mucho menos combustible que bajo otras. Si un lanzamiento pierde su ventana, por lo general no se puede volver a lanzar al día siguiente.