El aumento de la huella de carbono digital va de la mano de la transformación digital. Esta huella no se contempla ni se visualiza desde prácticamente ninguna estrategia de transformación digital. Este vacío, sumado al creciente impacto de la contaminación digital, no es sostenible. La huella de carbono de este exceso digital ya ha superado la de la industria marítima y de la aviación mundial.
Cuando se habla de transformación digital no se menciona su coste medioambiental, ni la relación entre el aumento de la potencia computacional y el calentamiento global o la disminución de la biodiversidad.
Aplicando los principios de la economía circular, necesitamos practicar “reducir, reutilizar y reciclar”. Elimine los desperdicios reutilizando, reparando, remanufacturando, restaurando activos de TI y dispositivos digitales. Continuar con la minería de la Tierra en busca de metales y minerales preciosos y fabricar nuevos dispositivos es insostenible. Simplemente ya no podemos continuar extrayendo los recursos de la Tierra para fabricar bienes y usarlos, solo para desecharlos en vertederos.
La volatilidad en las cadenas de suministro exacerbada por la guerra en Ucrania, el aumento de la potencia computacional requerida por los nuevos conceptos tecnológicos, como el metaverso y 5G, ha llevado a una gran demanda de materias primas necesarias para la fabricación de dispositivos y servidores, etc.
La mayoría de las emisiones de carbono del ciclo de vida de un dispositivo tienen lugar durante el proceso de fabricación. Extender la vida útil de los activos de TI es lo mejor que puede hacer cualquier organización, manteniéndolos más tiempo en el círculo y en el ciclo, para mitigar el impacto ambiental de lo digital.
Al comprar, las organizaciones deben pensar de nuevo y superar su obsesión por comprar nuevos. Los dispositivos reacondicionados y remanufacturados pueden ahorrar mucho dinero y evitar muchas emisiones de carbono. Los estudios también han demostrado que algunos dispositivos reacondicionados y remanufacturados pueden ser más confiables que los dispositivos nuevos porque se someten a pruebas más rigurosas. Mantener los dispositivos por más tiempo también tiene sentido desde el punto de vista comercial, ya que la mayoría de los nuevos activos de TI simplemente no ofrecen rendimiento adicional.
El primer paso es comprender y reconocer el impacto ambiental de nuestra digitalización, que está lejos de ser sostenible. Recordemos que la fabricación de equipos informáticos representa cerca de la mitad del impacto ambiental de estos productos.
Practica el “consumo responsable”. Elimine los desperdicios reutilizando, reparando, remanufacturando, restaurando activos de TI y dispositivos digitales.
- Prolongue la vida útil de los dispositivos y la infraestructura existente tanto como sea posible.
- Busque reparar en lugar de desechar.
- Invertir en “reparar” sistemas e infraestructura.
- Adquirir reacondicionado o remanufacturado.
- Adquiera dispositivos que sean reparables.
- Utilice dispositivos que sean reciclables al final de su vida útil.
- Diseñar software para usar menos hardware.
Las organizaciones también deben buscar renovar sus procesos de adquisición para alinearse con los principios de la economía circular porque el modelo económico lineal de consumo y uso de TI no es sostenible. El enfoque existente para la adquisición de TI debe cambiar para reducir el impacto que nuestra actual cultura de usar y tirar está teniendo en el medio ambiente.
Los procesos actuales de adquisición de TI deben estar conformados por los principios de la economía circular, promoviendo la durabilidad de la infraestructura y los dispositivos, con énfasis en la reutilización, la refabricación y el reciclaje para mantener los recursos, componentes y materiales de TI circulando en la economía.
Por esta razón, como industria, es imperativo que adoptemos y abracemos el “derecho a la reparación” como principio, exploremos formas en las que podamos terminar con la obsolescencia planificada de los dispositivos tecnológicos y extender su ciclo de vida.
Las organizaciones también deben buscar establecer un CO anual2 Cifra de impacto de los equipos digitales y su uso. Se deben desarrollar nuevos conjuntos de métricas para rastrear, monitorear y medir la circularidad de TI. Estos podrían incluir, por ejemplo, el porcentaje de activos de TI remanufacturados/restaurados utilizados, cifras que indican la eficiencia energética de PC, portátiles y servidores, cuántos años se ha extendido el ciclo de vida del dispositivo y el porcentaje de consumo de energía renovable.
Los principios de la economía circular deben adoptarse de manera proactiva. Las ambiciosas medidas de economía circular pueden empujar a las organizaciones a impulsar la nueva economía neta cero y lo digital puede desempeñar un papel integral en esta transición con la sostenibilidad como un importante control y equilibrio.
Las organizaciones deben centrarse en reducir y eliminar el desperdicio de datos. La infraestructura de datos y los hábitos de datos ineficientes han llevado a un mayor desperdicio de datos. Se requiere una estrategia de datos completa para abordar esto. Una estrategia de datos eficiente reducirá la necesidad de más equipos y almacenamiento de datos.