El CEO de Binance, Changpeng Zhao, pronunció un discurso de apertura en un evento de la criptoindustria en París en abril de 2022 para presentar un nuevo programa acelerador para las llamadas empresas emergentes “Web3”.
Benjamín Girette | alcalde Bloomberg | imágenes falsas
Binance recibió la aprobación de los reguladores para operar su intercambio de criptomonedas en Francia.
La compañía ahora figura como un proveedor de servicios de activos digitales registrado por el regulador del mercado de valores francés AMF, lo que le permite ofrecer servicios de comercio y custodia para bitcoin y otras criptomonedas.
Binance es el intercambio de criptomonedas más grande del mundo. La compañía maneja volúmenes de comercio al contado de más de $14 mil millones y casi $50 mil millones en volumen de derivados en un solo día, según datos de CoinGecko.
La medida convierte a Francia en la primera nación europea importante en dar luz verde a Binance. La empresa está supervisada en Lituania por los reguladores contra el blanqueo de capitales del país y también está solicitando el registro en el organismo de control financiero sueco.
Binance no tiene una sede oficial y una vez se enorgulleció de este hecho. Pero la compañía ahora busca hacer las paces con los reguladores después de una reacción violenta el año pasado por parte de las autoridades en numerosos países, incluidos el Reino Unido, Italia y Singapur.
Encanto Ofensivo
Binance ha tratado de activar el encanto en Francia últimamente.
El fundador y director ejecutivo de la empresa, Changpeng Zhao, pronunció un discurso de apertura en un evento de la criptoindustria en París el mes pasado para presentar un nuevo programa acelerador para las llamadas empresas emergentes “Web3”. La firma también se comprometió a invertir 100 millones de euros (105 millones de dólares) en el país.
Changpeng Zhao, CEO y fundador de Binance, describió a Francia como “muy progresista” en la adopción de las criptomonedas.
“En nuestras interacciones con ellos, están mucho más avanzados en su comprensión y también son mucho más progresistas en sus actitudes”, dijo a CNBC.
“Son muy estrictos, Francia es un regulador muy estricto. Pero tienen los conocimientos avanzados para hacerlo”.