El momento tuvo lugar en agosto de 2021 en los alrededores del río Tijamuchi en Bolivia. Allí, un grupo de investigadores captó a lo lejos lo que parecía un grupo de delfines de río bolivianos jugando con algo. Su sorpresa vino cuando revisaron cuidadosamente las imagenes.
Los investigadores dicen que los delfines de río son criaturas que rara vez se ven, principalmente porque es inusual que tengan la cabeza fuera del agua por mucho tiempo, y mucho menos estar haciendo malabares con lo que fue una tremenda sorpresa para los investigadores: una anaconda. , una serpiente depredadora entre sus fauces. Aparentemente, los delfines estaban “jugando” con ella.
Noo no se tiene certeza del tipo de actividad que realizaban, pero se sabe que los delfines y cetáceos en general son bien conocidos por sus actividades recreativas, actividades en las que pueden participar otros animales, voluntariamente o no.
Refiriéndose a instantánea que tomaron, los investigadores explicaron lo siguiente en un artículo:
Tras comprobar las primeras imágenes, nos dimos cuenta de que [los delfines] estaban manejando una serpiente, y aunque era difícil estimar el tamaño de su grupo, había al menos seis. Quedó claro que preferirían jugar con la serpiente que intentar comérsela.
De hecho, y tal y como reflejan en su artículo, los delfines interactuaban con la serpiente de diferentes formas, a veces nadando juntos de forma sincronizada pero permaneciendo en la misma zona (la actividad se movía unos 70-80 metros río abajo). también sugerirEntre las posibilidades, que la actividad lúdica fuera en realidad de naturaleza sexual:
Posteriormente pudimos observar en las fotografías que los machos adultos se excitaban sexualmente mientras jugaban con la anaconda. También había jóvenes en la escena, y parecía que los adultos les estaban mostrando la serpiente.
En cuanto a la serpiente, era una anaconda Beni (Eunectes beniensis) puede crecer regularmente hasta 2 metros y vive en la misma parte del mundo que el delfín de río boliviano (Inia geoffrensis boliviensis).
Por cierto, no se sabe cómo terminó el encuentro, pero los investigadores señalan que lo más probable es que la experiencia no haya terminado. bien por la serpiente. Ella no se movió durante las interacciones y permaneció bajo el agua durante mucho tiempo, lo que llevó a los investigadores a pensar que probablemente estaba muerta al final. [ScienceAlert]
