Los gusanos Glycera son pequeñas bestias desagradables. Su boca está rodeada de colmillos de metal. tan fuerte que pueden perforar el caparazón de otros animales para inyectar veneno (y causar una mordedura dolorosa en humanos). La cuestión es que hasta ahora la ciencia no tenía idea de cómo se podían obtener los dientes de metal.
Los dientes de glicera están compuestos por un 10% de cobre. Los biólogos sabían que este elemento no se generaba en el interior del cuerpo de los gusanos, sino que de alguna manera lo absorbían de los sedimentos del fondo marino donde viven. La cuestión es que hasta ahora no se sabía cómo eran capaces de fabricar esta aleación orgánica. El profesor Herbert Waite de la Universidad de California Santa Bárbara lo acaba de revelar tras años de estudiar a estas criaturas.
Resulta que el responsable de esta curiosa ventaja evolutiva es un simple proteína multifunción (MTP). Su cadena está compuesta apenas por dos aminoácidos (glicina e histidina), pero su simplicidad debe considerarse elegancia, porque es crucial para nada menos que seis procesos diferentes en el cuerpo de los gusanos de sangre.
MTP no solo captura iones de cobre del medio ambiente. También cataliza la formación del pigmento conocido como melanina y se integra en los tejidos. En el caso de los dientes, lo que han descubierto es que la MTP crea largos puentes moleculares utilizando el cobre como enlace, lo que finalmente hace que este elemento Se integra perfectamente en las estructuras óseas. En este caso los dientes. Los científicos nunca han discutido si esta capacidad podría extenderse a los humanos para endurecer nuestros huesos o dientes, aunque el proceso probablemente nos dejaría algo de “hermoso” dientes negros
G/O Media puede recibir una comisión
en control
Este altavoz inteligente se puede usar para reproducir música, escuchar podcasts, investigar con Alexa y también controlar sus otros dispositivos inteligentes.
Los gusanos de sangre son extremadamente agresivos y territoriales, usan sus colmillos para atacar inmediatamente a cualquier otro gusano que se les acerque o para capturar presas (son carnívoros). Su nombre, sin embargo, no se debe a su encantadora personalidad, sino a que su piel es traslúcida, lo que muchas veces deja a la vista sus fluidos internos, que son de un color rojo intenso debido a la hemoglobina que portan. Aunque son venenosos, su toxina no es peligrosa para los humanos y lo peor que nos pueden dar es un desagradable mordisco con sus dientes de metal. Se conocen alrededor de 80 especies de estos gusanos marinos. Algunos de ellos pueden alcanzar los 35 centímetros de longitud, pero los que más conocemos son los que se utilizan en la pesca como carnada para especies marinas. A pesar de su apariencia aterradora, son lo que comúnmente conocemos como cebo. [Eurekalert vía IFL Science]