ventas de “teléfonos tontos” o “teléfonos tontos”, que se caracterizan por no tener acceso a internet, creció exponencialmente en el mundo. Su ascenso está relacionado con un boom que recuerda la Avances tecnológicos de los últimos 30 años y, además, se relaciona con aquellos que buscar mantenerse alejado de las redes sociales para el bienestar digital.
Los teléfonos que revolucionaron la comunicación en las décadas de 1990 y 2000 están de vuelta. En aquel entonces, en la era pre-internet móvil, era innovador hablar sin estar conectado a un cable o tener una cuenta en una red social, al menos hasta 2004 con la aparición de Facebook.
Con el avance de internet y las redes sociales -Instagram, TikTok, Twitter, entre otras-, cada vez más usuarios han optado por dejar de lado los smartphones y volver a los viejos celulares que ni siquiera sirven para tomar fotografías.
El regreso de los llamados “teléfonos tontos”
El término “célula tonta” (teléfonos tontos, en inglés) es exactamente lo opuesto al teléfono inteligente que capitaliza el mercado global de dispositivos. Quienes recurren a esta tecnología vintage optan por desconectarse del mundo digital, a diferencia de lo que ofrecen los smartphones.
Usuarios que deciden volver a los fundamentos de la telefonia movil buscan las herramientas básicas de llamadas, mensajería, lista de contactos y otras funciones como una calculadora.
Algunos usuarios eligen celulares antiguos para evitar la hiperconexión de los smartphones.
Este auge de los celulares antiguos se reflejó en las búsquedas de Google que, según la firma SEMrush, creció un 89% entre 2018 y 2021.
Además, el grupo Deloitte indicó que en el Reino Unido uno de cada diez usuarios usa un “teléfono tonto”.
Por otro lado, un informe señaló que las ventas globales crecieron y se vendieron aproximadamente 1.000 millones de celulares básicos en 2021.
Hay un gran cambio en el porcentaje de ventas ya que en 2019 se estipuló que se vendieron alrededor de 400 millones de teléfonos.
Los usuarios que acceden a teléfonos básicos intentan depender menos de sus smartphones y estar más atentos a la hora de realizar actividades cotidianas como socializar o trabajar. La devolución de estos celulares está relacionada con la búsqueda de un bienestar digital.
La BBC realizó un reportaje donde las personas que optaron por volver a los viejos celulares cuentan su experiencia. “No me di cuenta de cuánto se estaba apoderando el teléfono inteligente de mi vida hasta que compré un ‘ladrillo'”, dijo un usuario que volvió a usar un teléfono básico.
El Nokia 3310 fue uno de los últimos celulares sin conectividad que salió al mercado. Foto: AFP.
Entre otras respuestas, las personas que volvieron a los “teléfonos tontos” confiesan que lo hicieron para mejorar su productividad y su tiempo de ocio. Otros usuarios argumentaron que regresaron a los celulares básicos por su tamaño y duración de batería o por nostalgia. También muchos padres optaron por estos teléfonos para desconectarse de las redes y conectarse con sus hijos.
En 2017, Nokia lanzó un “teléfono tonto” llamado Nokia 3310, que reivindica un teléfono de marca clásico. Con un nuevo diseño, volvió a la venta con sus sencillas funciones en un mercado repleto de smartphones.