Solo los espectadores “seleccionados” serán invitados a asistir a los Juegos Olímpicos de Invierno de 2022 en Beijing debido a preocupaciones de seguridad sobre la variante Omicron, anunciaron funcionarios el lunes.
El Comité Organizador de los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing anunció en un comunicado que las entradas no se venderán al público “dada la grave y complicada situación actual de la pandemia de COVID-19”.
Los funcionarios dijeron que, en cambio, “invitarían a grupos de espectadores a estar presentes en el lugar” durante los eventos olímpicos, que comenzarán el 4 de febrero.
Antes del cambio, los organizadores olímpicos ya habían limitado las ventas a personas con sede en China continental.
El Comité Olímpico Internacional confirmó la política de entradas en un comunicado separado.
La decisión se tomó después de que se confirmara el primer caso de transmisión local de la variante Omicron durante el fin de semana en Beijing.
China ha promulgado estrictas medidas de salud antes de los Juegos Olímpicos, incluido el requisito de que los viajeros se realicen una prueba de COVID-19 dentro de las 72 horas posteriores a su llegada a Beijing. La política de pruebas comienza el 22 de enero y permanecerá vigente hasta marzo.
El cambio en la política de boletos marcó la última señal de problemas para los Juegos Olímpicos de este año. Aparte de las preocupaciones relacionadas con la pandemia de COVID-19, la comunidad internacional ha rechazado la decisión de permitir que China organice los juegos debido a las denuncias de abusos continuos contra los derechos humanos.
La administración Biden ha promulgado un boicot diplomático a los juegos de Beijing, aunque los atletas estadounidenses aún podrán participar. Los patrocinadores corporativos con sede en EE. UU. también han enfrentado presiones para actuar, aunque hasta ahora ninguno ha dejado de participar.