En un movimiento sin precedentes en el país, el gobierno alemán y los líderes de sus 16 estados federales han impuesto una “de facto” bloqueo de residentes no vacunados. Además, para el próximo mes de febrero se pretende realizar la vacunación es obligatoria.
Este confinamiento de facto no es más que una severa restricción de las actividades y contactos que puedan tener los no vacunados. Bajo las nuevas medidas, las personas no vacunadas solo podrán encontrarse con dos personas fuera de su casa al mismo tiempo, además, se les prohibirá el acceso a tiendas y bares no imprescindibles (como supermercados o farmacias).
La noticia viene precedida de las cifras que maneja el país. El miércoles 1 de diciembre, Alemania informó 72.018 nuevos casos de COVID-19 y 415 personas murieron a causa del virus, la cifra diaria más alta desde febrero.
Tal es la situación, que la canciller saliente Angela Merkel también ha anunciado que Alemania busca hacer obligatoria la vacunación a partir de febrero (a más tardar) si el parlamento aprueba la medida. De esta forma, se intentará incrementar el número de personas vacunadas, actualmente con solo el 68,4 por ciento de la población totalmente inmunizada contra el virus. Como explicó Merkel en una conferencia de prensa:
La situación es muy grave. El número de infecciones se ha estabilizado, pero a un nivel demasiado alto.
También se han anunciado otras medidas. Los bares y discotecas deben cerrar en áreas con una tasa de incidencia de más de 350 casos por cada 100.000 habitantes durante una semana. Y el país limitaría la cantidad de personas en eventos grandes como partidos de fútbol.
La conferencia de prensa fue la última de Merkel antes de dejar el cargo después de 16 años como canciller alemán. Como explicó a los periodistas en la rueda de prensa:
Hemos entendido que la situación es muy grave y que queremos tomar más medidas además de las ya tomadas. Hay que romper la cuarta ola y esto aún no se ha logrado.
Finalmente, Merkel agregó que las personas vacunadas perderán su estado de vacunación nueve meses después de recibir su última inyección, aparentemente en un esfuerzo por alentar la tercera dosis de refuerzo. [Reuters]