Wed. Aug 28th, 2024

Hace unos 400 millones de años, un pez parásito sin mandíbula chupaba sangre de un animal huésped sin la menor idea de que un día lejano en el futuro, los propios parientes evolutivos lejanos del pez construirían un robot a su imagen.

Ese robot es AgnathaX, que se muestra a continuación.

AgnathaX recibió su nombre de la palabra latina para sin mandíbula (agnatha) y el número romano X, debido a los 10 módulos interconectados que forman la médula espinal artificial del robot.

EPFL

Afortunadamente, chupar sangre no es parte de la programación de este robot. Kamilo Melo, director ejecutivo de la empresa de biorrobótica KM-RoBoTa e investigador postdoctoral del Instituto Federal Suizo de Tecnología de Lausana, dice que el robot está diseñado para estudiar la médula espinal y sistema nervioso periférico de un pez llamado lamprea. Kamilo dice que estos animales pueden enseñarnos mucho sobre nosotros mismos, porque su médula espinal y su sistema nervioso periférico son parientes lejanos del nuestro, prácticamente sin cambios durante los últimos cientos de millones de años de evolución.


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El equipo dice que su robot de natación ha ayudado a aportar nueva información a un debate duradero en neurociencia sobre cómo interactúan los sistemas nerviosos central y periférico para coordinar el movimiento. Esa investigación se publicó en la revista Science Robotics en agosto de este año.

Después de hacer numerosos cortes e interrupciones en la médula espinal del robot, el equipo observó cómo el robot aún podía nadar porque los sensores en el exterior (que imitan el sistema nervioso periférico en las lampreas) permitían al robot sentir el agua y compensar en consecuencia para mantener el patrón de natación ondulado va.

La aplicación de la robótica a este tipo de investigación ha permitido a los científicos estudiar cosas como cortes en la médula espinal sin tener que dañar ninguna lamprea en el proceso.

Kamilo reveló que los próximos pasos para este proyecto podrían involucrar intentos de dirigir el robot y probar su capacidad para nadar cuando hay interrupciones, en aguas más turbulentas. Más adelante, dice Melo, esta investigación podría ayudar a informar el desarrollo de la futura robótica de natación, particularmente en el campo de la exploración oceánica.

Para ver a AgnathaX en acción, vea el video incluido en este artículo.

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