Kim Kardashian West fue no jugando cuando ella tomó el Sábado noche en directo escenario para su primer turno en la silla de anfitrión.
La artista de renombre mundial y superestrella de los negocios pasó todo su monólogo de apertura burlándose de su familia y de ella misma. Sin miedo, se metió en temas tan complicados como su relación con el futuro ex marido Kanye West, las aspiraciones políticas fallidas de varios miembros de la familia e incluso su propio video sexual.
Ella también reconoce al elefante en la habitación: SNL, con sus aproximadamente 10 millones de espectadores semanales, es un momento relajado e íntimo para una mujer que se expone todos los días frente a las redes sociales siguiendo esas cifras en cientos de millones.
Más que nada, esta es una gracioso monólogo. Incluso si nunca has visto Estando al día con las Kardashians o siguió las hazañas que acapararon los titulares de esta famosa familia, Kim hace que cada broma funcione con su aguda sincronización cómica y su expresión inexpresiva.