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Imagen: Universidad de Colonia

A partir de una serie de fotografías de rayos X tomadas de un fósil de trilobites extremadamente bien conservado en la década de 1970, un grupo de investigadores ha descubierto que la criatura que data de hace 390 millones de años contenía algunos secretos en grandes artrópodos marinos. Lo más impactante: que tenían ojos como ningún otro animal había descubierto.

Y, en lugar de dos, en realidad tenía grandes sistemas de cientos de lentes individuales que formaban sus propios mini ojos. En otras palabras, estos animales tenían cientos y cientos de ojos.

La investigación, publicada en la revista Informes científicos, explica que detrás de cada lente había una serie de facetas ancladas por fotorreceptores y una red de células nerviosas que capturaban la luz de cada una antes de enviarla a través de un nervio óptico central al cerebro, “creando lo que solo se puede asumir como una forma completamente único para ver el mundo ”, dicen.

Las instantáneas, tomadas por el radiólogo y paleontólogo Wilhelm Stürmer, mostraron filamentos claros debajo de los ojos y propusieron que estos eran nervios, además de proponer que estos trilobites específicos tenían una serie de sub-facetas (pequeñas áreas de fotorreceptores que forman un ojo compuesto). . debajo de cada ojo que contribuyó a la estructura general.

Sucede que los científicos de la época rechazaron tal interpretación, ya queAhora, 40 años después, la tecnología moderna permite a los científicos darse cuenta de que Stürmer tenía razón.

Para ser más específicos, el fósil pertenece a un suborden de trilobites. Phacopinae. La principal diferencia es que, mientras que otros trilobites tienen ojos comparables a los de una mosca moderna, este suborden adopta un enfoque diferente. Cada ojo compuesto contiene 200 lentes, es decir, separados mucho más que otros ejemplos de ojos compuestos, y debajo de cada uno hay seis sub-facetas.

Según la investigadora principal y zoóloga Brigitte Schoenemann:

Cada uno de estos ojos constaba de aproximadamente 200 lentes de hasta 1 mm de tamaño. Debajo de cada una de estas lentes, a su vez, se configuran al menos 6 facetas, cada una de las cuales juntas forman un pequeño ojo compuesto. Entonces tenemos alrededor de 200 ojos compuestos (uno debajo de cada lente) en un ojo.

De esta forma, el grupo lo ha llamado un “ojo hiperactivo”, algo que podría haber dado la Phacopinae una ventaja sobre otros animales. La razón: su juego de lentes y sus intrincados sistemas oculares pueden haberles permitido captar pequeños cambios de brillo en condiciones de poca luz, lo que les da una ventaja a la hora de cazar presas (o esconderse de depredadores más grandes).). [Nature vía IFLScience]

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